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Tyler, el niño guatemalteco de 4 años que se encontraba en custodia de ICE, ya está con su padre

Updated: Apr 13, 2021


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by Jorge Macias

Published February 14, 2020


Juan Manolo Lara, un inmigrante de Escuintla, Guatemala, dice que a pesar de que las autoridades del Departamento de Inmigración y Ciudadanía (ICE) le devolvieron a su hijo Tyler, de 4 años, “aún no he despertado de la pesadilla cruel que me hicieron pasar, porque todavía no liberan a mi hermana”.


“Ha sido una pesadilla, algo muy inhumano”, dijo Juan Manolo, cuyo hijo estuvo en custodia de ICE por más de 11 días. El niño había acudido a una cita de inmigración con su tía Vilma, de 38 años, a quien la transportaron a un centro de detención de inmigración en Texas. Desde diciembre de 2019, ella y su hija Thaily Nahomi, de 8 años, enfrentaban una orden final de deportación.


Desde la oficina de inmigración de Los Ángeles llamaron a Juan Manolo para que fuera a por su hijo. “Me dijeron que no tuviera miedo, que no me iban a deportar”, dijo el inmigrante guatemalteco. “Yo también soy papá y no te vamos a hacer nada”.

A Juan Manolo le pidieron que fuera acompañado por algún ciudadano estadounidense para que le pudieran regresar a su hijo.


Autoridades de inmigración se negaron a entregar al niño al sacerdote Arturo Corral, párroco de la iglesia de la Placita Olvera de Los Ángeles. Él iba acompañado de otros dos jóvenes ciudadanos.


Primer reencuentro por videollamada


Juan Manolo se había reencontrado con su pequeño a través de una videollamada, el 7 de febrero. El niño lloraba de tristeza tras ser separado el 2 de febrero cuando su hermana Vilma y Thaily, la hija de esta, fueron arrestadas en el edificio de ICE, en el centro de Los Ángeles, cuando acudieron a una cita de inmigración.


Al pequeño Tyler lo retuvieron en el refugio Nuevo Amanecer del Este de Los Ángeles. De acuerdo con el abogado Peter Schey, presidente del Centro de Derechos Humanos y Leyes Constitucionales y abogado que lideró el acuerdo judicial Flores, en ese sitio tienen a otros 14 menores no acompañados, cuya edad promedio es de 12 años.


Schey dijo que las autoridades de inmigración violaron el acuerdo Flores porque el niño fue clasificado como un “menor no acompañado”, cuando la realidad era que cruzó la frontera de EEUU, junto con su padre.


Schey expuso que ICE transfirió al menor a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR). De aquí, el menor fue enviado al refugioNuevo Amanecer Latino del Este de Los Ángeles, bajo un subcontrato.


“El refugio subcontrata con familias de Los Ángeles para que cuiden a los niños porque ellos (ICE) no tienen espacio para que duerman en sus instalaciones”, explica. “Ese es un centro de cuidado de niños en hogares de crianza y adopciones”.

El argumento de las autoridades migratorias, a decir de Schey, fue que ellos llamaron por teléfono a Juan Manolo para que fuera a recoger a su hijo, pero no se presentó. Como no lo hizo, dicen que tuvieron que llevárselo al refugio.


Esa versión no es correcta porque a Juan Manolo los mismos agentes de inmigración en el edificio federal le advirtieron que lo iban a arrestar cuando subiera a recoger al menor”, dijo el abogado.


Según el abogado, los hermanos Lara tenían que presentarse a una audiencia el 20 de diciembre, pero la carta de inmigración nunca les llegó. En diciembre 20 ambos ya tenían orden de deportación, a pesar de que a Juan Manolo se le programó una cita para marzo de este año.


Lori Haley, portavoz de ICE para la región oeste del DHS dijo que, para efectos de proporcionar información sobre el caso de los hermanos Juan Manolo y Elvia, era necesario que ambos firmaran un formulario de renuncia de privacidad del DHS.


Huyeron de amenazas de muerte

En mayo de 2019, Juan Manolo y su hijo Tyler, su hermana Vilma y su hija Thaily, escaparon de las amenazas de muerte. Un primo suyo abusó sexualmente de la niña y fue capturado tres meses después de haber cometido la fechoría.


“Le dieron 15 años de cárcel”, dijo Lara. “Pero la familia nos amenazó desde el momento en que fuimos a reclamar lo que él había hecho”.


A raíz de ese acontecimiento, los hermanos sintieron que su vida corría peligro si no huían.

Después de 20 días de travesía por México, llegaron el 27 de mayo a la frontera de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se entregaron a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección de EEUU (CBP).


Cada padre fue separado con su respectivo hijo y fueron enviados a distintos centros de detención en Texas.


“Estuvimos detenidos por una semana”, dijo Juan Manolo, un bachiller en Ciencias y Letras que tuvo que abandonar sus estudios en Guatemala. “Nos metieron en lo que le llaman la hielera”.


Una vez que fueron liberados, viajaron en autobús a Los Ángeles. Un amigo de él los recibió en su casa. Hoy viven en Palmdale, California.


La carta de inmigración que nunca llegó

El caso de asilo solicitado por los hermanos se complicó porque supuestamente Vilma no se presentó a una audiencia de inmigración.


“A ella la agarraron el martes 4 de febrero junto con su niña y al día siguiente la mandaron a un centro de detención en Texas”, dijo Juan Manolo. “El problema es que dijeron que ella debió haberse presentado antes de esa fecha y supuestamente ya tenía orden de deportación desde el 20 de diciembre”.


Indicó que el correo a nombre de ellos lo recibía un amigo suyo y los sobres les fueron entregados. En ninguno, dijo, se menciona una fecha de corte previa al 2 de febrero.

Aquel día, su hijo Tyler fue llevado al edificio de inmigración en Los Ángeles por su tía Vilma. Ella fue arrestada.


“En la foto que mi amigo me mandó solamente aparecía el nombre de ella para deportación”, dijo. “Luego me llamaron para que fuera por mi niño”.


Juan Manolo llegó al tercer piso del edificio ubicado en el centro de Los Ángeles y una persona le ayudó a buscar el estatus de su caso en el sistema de ICE.

“Me di cuenta de que yo también tenía orden de deportación; fue un milagro de Dios lo que pasó, porque esa persona me dijo que no subiera a donde me llamaron, porque me detendrían y me aconsejó que fuera a buscar un abogado”, señaló.

De inmediato, contactó a dirigentes del Centro México de la ciudad de San Fernando.


“Él se refugió en la iglesia de la Placita Olvera con el padre Arturo Corral, y como Mayra Todd es también de Guatemala, fueron a pedir que le entregaran al niño”, dijo Gloria Saucedo, directora ejecutiva del Centro México. “La visita de ellos fue en balde porque no les quisieron entregar a Tyler”.


Vilma Lara y su hija Thaily están recluidas en un centro de detención de inmigrantes en Texas.


“A las dos las está atendiendo un psicólogo, pero están muy mal”, dijo Juan Manolo. “Tienen mucho miedo que las regresen a Guatemala”.

El abogado Peter Schey dijo que el caso de Vilma Consuelo Lara y su hija Thaily Nahomi ha sido aprobado para ser reabierto. La autorización provino del juez de inmigración, Frank Travieso.


Dijo que la próxima semana enviará la petición de reapertura del caso de Juan Manolo y su hijo Tyler, ante el juez Kevin Riley, de modo que los hermanos y sus hijos podrán solicitar asilo.


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